lunes, 20 de agosto de 2012

el alucinante regreso de sk-20

una oída
una cogida
una huida
una llovida
una escuchada
una escafandra
una estufa
una hamaca

una caminada
una dormida
una soñada
una andante

una lunera
una frontera
una hoguera
una que vuela

una cansada
una cascada
una almohada
una albahaca

una cantada
una abrumada
una nebulosa

una escondidilla

una elevada
norteada
apiramidada
antárctica
acelerada
ansiosa
antisimétrica
acalorada
adormilada
acantilada
armónica
armadura
contra todo mal

lunes, 13 de agosto de 2012

Un día sientes que estás en tu sitio, que finalmente el escenario se ha descubierto y contemplas la dimensión del lío en que te enrollaste. Pasaste el tiempo buscando y de pronto has hallado. Aún no estás seguro de qué, tampoco de la causa y propósito, pero desde adentro algo dice que llegaste porque era lo que estabas buscando.
Inmóvil observas, no sirve de mucho esperar, mejor moverse, caminar, buscar alguna retroalimentación. Rápido, desesperación o miedo, cualquier cosa. Luego dilemas, decisiones y más preguntas; no tienes respuestas, es posible que otra vez estuvieras caminando en la dirección equivocada. Escucha, trata de escuchar, ¿Cómo sabrás cuando una señal venga de afuera si es la primera vez que pones tanta atención? ¿Y si todo es un gran engaño? ¿Y si alguno preparó todo para traerme a este punto? ¿Y si las respuestas están en frente pero nunca he visto alguna y no las podré reconocer? ¿Y si esta es la respuesta? ¿Porqué cada respuesta acarrea un montón más de preguntas?

Desearía saber lo que estoy buscando. Todo el tiempo me preparé para buscar mejor, nunca para encontrar.


Es posible que lleves aquí una semana, tres meses, es difícil saberlo. 
No lo sé, solo es una habitación anónima.

domingo, 5 de agosto de 2012

Estaba dormido cuando la sensación se hizo insoportable, me llevó a rodar sin rumbo por la calle. Al principio era solo tratar de alejarse como huyendo de algo aunque no supiera porqué ni para qué, no importaba, tenía que alejarme y era lo único que me ocupaba. Elegí una ruta que podría hacer quedar atrás a cualquiera. Puedo decir que conozco bien las calles del pueblo, pasé varios años rodando por ellas, al principio con una bicicleta, después con la pequeña mininave roja. Entonces creí que buscaba, que algo en la oscuridad de mi inconsciente me arrastraba por una ruta predeterminada para acercarme a  un objetivo, a un encuentro quizá, de esos inesperados, incómodos, innecesarios; un sin propósito me dije luego, cuando me hube alejado de la ruta quise escapar otra vez, ¿se puede escapar de un escape? Quería alejarme y acercarme, estar solo y al mismo tiempo encontrar algo, alguien para decirme algo que no sabía qué era ni para qué. El problema es que al mismo tiempo quería cerrar los ojos, quedarme y no encontrarle nunca.
Después, yendo al norte, el color de algunas nubes en el poniente llamó mi atención, no huía, me acercaba a consciencia, Sé lo que busco. Me falta. Pero busco siempre en lugares donde sé que no lo encontraré.-