sábado, 23 de junio de 2012

Borrador 1

Estaría muy bueno ir a tu casa y pasar la tarde, hablar de nada y jugar con tu cabello tumbados en la cama, beber alguna cerveza; fumar no, me gusta menos cada vez. Dormitar por ratos apoyando la cabeza en tus piernas, mirar el techo. Seguir, por ratos, leyendo a Camus; alguien me dijo que el hombre se mató, llevó sus ideas filosóficas a la práctica, una pena, me gusta cómo escribía.
Lo encuentro bastante familiar, no como a Cioran.


Sería agradable que me hablaras de esos nuevos carteles 'por la libertad de los presos de consciencia' no  entiendo como alguien puede ser preso por estar consciente de algo, es totalmente antinatural aunque supongo que joder la libertar normal de alguien ya es bastante antinatural así que bueno, tengo grandes problemas para entender eso.

Platicaría, luego de un enorme silencio, de las nuevas interpretaciones al discurso Heideggeriano, no confiaría demasiado en mi, como cada vez que hablo contigo. Trataría de encontrar un camino más simple para acercarnos a fenómenos complejos. ¿notas como cada vez que refiero a esta clase de cosas actúo sobreprotector? yo tampoco, alguien me lo dijo una vez y lo asumí como cierto, normalmente asumo muchas cosas.

Luego podría leerte o morderte que de alguna manera es equivalente.
Novelitas de Benedetti y cuentos de algún ruso. En la revista donde aparece Beckett hay nombres de autores, consigamos un libro, fumaré y leeré para ti; tendrás que interpretarlo para mí, o contarme la historia entre ruidos, sin poder concentrarte, con la cabeza en el borde de la cama.

Noto que refiero mucho a lo mismo, me repito, puede que Nietzsche tuviera razón. Puede que yo no lo tenga en nada de lo que trato de decir.

lunes, 18 de junio de 2012

encuentros inmediatos

tarde reconoces la apariencia anterior, nuevo presente;
y mientras caminas confundido no sabes si sonreír,
te quema una mirada sobre el muro invisible,
encuentras de inmediato, oh contexto traidor.

encuentros inmediatos oh contexto interior,
encuentras de inmediato oh contexto en color.

les ignoró, pensando en la descortesía de pasar por en medio.
luego del contacto visual pensó por un instante en las posibilidades, caminó hasta enfrente de él (que simultáneamente fue detrás de ella) y olfateó la irá de un animal amenazado.

lunes, 4 de junio de 2012

Hace dos o tres días dijo que estaba indecisa sobre ir o no. Fue la primera vez que lo mencionó y me pareció una buena idea. Te acompaño, le dije mientras imaginaba un mes de habitación pequeña, paseos y café; visitas y contar todo lo que pasó mientras estuve lejos. Irse un par de días luego de que yo llegué me pareció apresurado y decidí lo que dije casi con desesperación. Pero estaba hecho y desde entonces trataba de encontrar una forma de empatar las piezas del rompecabezas que acabábamos de crear.
Necesitaba estar contigo, no sé bien porque, si de cualquier modo todo el tiempo estoy solo. Supuse me aliviarías un poco, que hablarte y mirarte a los ojos y hacer gestos con las manos y luego besarte y cogerte me haría sentir mejor. Que saberte al lado de mi cama me dejaría dormir o que tocar los dedos de tus pies con los míos me quitaría el frío.
Siempre hago suposiciones, siempre me equivoco, siempre digo mal las cosas y siempre me quedo con esta explosión por dentro.